Comprar espacios, compartir emociones.

Que el modelo de planificación de medios ha cambiado es ya un hecho poco discutible. Así todo, sigue habiendo marcas que nos machacan con inserciones y compra masiva de espacios a golpe de talonario, consiguiendo el efecto contrario sobre el sufrido consumidor. En estas fechas tenemos un ilustrativo ejemplo en nuestro país de lo que estamos hablando:

¿Quién no ha visto durante la Navidad al “Belén viviente” de Movistar? ¿Quién no ha cambiado de canal al escuchar a San José? ¿Quién no se ha acordado de la madre de los responsables de la campaña?

No hablamos de la discutible creatividad del spot, sino del bombardeo continuo con el que lo emiten. Aunque fuera el mejor anuncio del año seguro que acabaríamos igualmente hasta el moño la sexta vez que lo viéramos en el mismo corte publicitario.

En el otro lado de la moneda tenemos a “Cómicos” de Campofrío. Que también lo hemos visto hasta en la sopa, pero de un modo mucho más agradable. Porque no han sido las cadenas las que nos lo han metido por los ojos. Han sido nuestras amistades y nosotros mismos los que lo hemos compartido por voluntad propia en blogs, muros y redes de todo tipo.

En nuestra humilde opinión pensamos que ese es el modelo acertado. Conseguir una publicidad que se comunique sola. Una comunicación que entretenga no que interrumpa. Lograr que la planificación de medios no sea cosa que comprar espacios, sino de compartir emociones.

Los agraciados de la lotería

La lotería es uno de los mejores clientes que un publicista puede soñar, podemos decir que si trabajas para la lotería te ha tocado la misma. Sin embargo la mayoría de las veces nos movemos alrededor de los mismos conceptos: magia, ilusión, sueños… Desperdiciamos esa suerte y hacemos algo mediocre, ñoño, repetitivo. Hoy compartimos un par de campañas, una española y otra extranjera, que supieron salir del agujero negro de la ilusión y por el camino ganaron un montón de premios, y no de lotería precisamente.

¡Qué bello es compartir!

Continuando con nuestra entrada anterior seguimos hablando de lo bonito que es compartir. De hecho, se está convirtiendo en la razón de ser de Internet y especialmente de las Redes Sociales. Cuando en España todavía pensabamos que Flashmob era un miembro de los X Men, Saatchi & Saatchi U.K. nos regalaba esta pedazo de campaña. «La vida es para compartir» ese fue el concepto, y también la razón de su éxito.

R.A., una herramienta celestial

Ya lo decíamos en nuestros vídeos de presentación «no es la herramienta, es lo que haces con ella». La tecnología nos sorprende con nuevas formas de comunicación, pero por sí mismas no dejan de ser simples ceros y unos. Lo importante sigue siendo el contenido. En esta campaña de Axe nos demostraron como algo tan nuevo como la realidad aumentada no está reñido con la buena creatividad.

Bolígrafos que remueven conciencias

Por desgracia, cuando una organización pide firmas por una buena causa, pocas veces logra llamar nuestra atención. El exceso de información a la que estamos sometidos, nos está insensibilizando respecto a los problemas de nuestros semejantes. Pero cuando conviertes ese evento en algo extraordinario, no sólo se consigue el apoyo de la gente sino que el mensaje quede clavado en la memoria del espectador. Un gran trabajo de J.W.T. N.Y. para Human Rights Watch.